Un bloque de inspección en la ITV, es evaluar lo que hay debajo del capó. Para abrirlo, en la mayoría de los vehículos, hay que accionar una palanca situada al lado de la puerta del conductor. Suele encontrarse en la parte baja, a la altura de los pedales, casi siempre en el lado izquierdo. Lo habitual es que debas tirar la palanca hacia a ti para abrirlo. En vehículos más modernos esta palanca ha comenzado a sustituirse por accionadores más pequeños que suelen estar colocados a la izquierda o derecha del volante, siempre en la parte baja del salpicadero. En cualquier caso, suele haber un pequeño dibujo de un coche con el capó abierto para que sea más fácil localizarlo.
¿Qué inspeccionamos en la ITV cuando miramos bajo el capó de un coche?
- Aunque parezca una evidencia, de primeras, comprobamos que el capó abre y cierra correctamente.
- Realizamos una revisión general del motor. Nos aseguramos, sobre todo, del estado general de todos los componentes, de la sujeción de los elementos, como la batería, y que no haya pérdidas de líquidos.
- En los vehículos diésel, comprobamos además el estado y nivel de aceite con la varilla.
- Comprobamos el correcto estado del sistema de alimentación, es decir, por donde circula el combustible.
- El sistema de escape: aunque lo primero que puede venirte a la cabeza es el tubo que sobresale en la parte posterior del vehículo, este es un sistema complejo, que prácticamente recorre todo el vehículo, y que tiene su inicio en el capó. Concretamente, en este bloque de la inspección, se miran los colectores de escape.
- Carrocería y chasis: verificamos que la parte de la estructura (chasis) en el espacio del capó esté en buen estado.
- A través de una inspección visual, revisamos que el sistema de frenada no esté deteriorado, así como que el líquido de frenos esté lleno y no pierda.
- Del sistema de dirección inspeccionamos visualmente todos los elementos que puedan verse desde el capó y el nivel del líquido de servodirección.
Además, en nuestras estaciones ITV, siempre procuramos darte recomendaciones, a pesar de que no vayan a suponer un problema de cara a pasar la inspección periódica. Por ejemplo, te avisaremos si vemos que tienes poco líquido del limpiaparabrisas, si tienes suciedad excesiva o algún desperfecto que no repercuta en la seguridad vial, pero pueda ayudar al mantenimiento del vehículo. Creemos que así damos un servicio más humano, ya que son detalles que, quizás en un futuro, sí pueden suponer un problema a tu vehículo.