La seguridad activa y pasiva son fundamentales para garantizar una conducción segura. La mayoría tenemos más o menos claros los elementos que implican en coches, pero ¿y en las motos? Teniendo en cuenta que las motos son un vehículo que tienen menor estabilidad y mayor exposición, es evidente que requieren de medidas específicas para prevenir y mitigar accidentes.
La seguridad activa agrupa los sistemas que previenen accidentes. Entre ellos destacan los frenos ABS, que evitan el bloqueo de las ruedas durante frenadas bruscas, y los sistemas de control de tracción y estabilidad, que ayudan a mantener la adherencia de las ruedas y la estabilidad en curvas. Otros sistemas incluyen la suspensión electrónica, que ajusta automáticamente la suspensión según el terreno, y los sistemas de iluminación, como las luces adaptativas, que mejoran la visibilidad en condiciones adversas.
Por otro lado, la seguridad pasiva se enfoca en reducir las consecuencias de un accidente cuando la prevención falla. Los elementos más importantes son el casco, que protege la cabeza, y las prendas con refuerzos en zonas críticas, como las chaquetas con protecciones en codos y espalda. Además, algunos modelos de motos incluyen sistemas avanzados como los airbags para motoristas, que se despliegan en caso de colisión. También existe ropa con protecciones para absorber impactos y proteger las zonas más vulnerables del cuerpo
Ambos tipos de seguridad son esenciales, ya que la activa busca evitar accidentes, mientras que la pasiva minimiza los daños cuando estos ocurren