Podemos decir que la caja de cambio y el embrague son dos piezas del coche que no existen la una sin la otra. Y, si fallan, la potencia difícilmente llegará a las ruedas, además de que suponen de las averías de coche más caras. Por eso, en este caso, cobra muchísimo sentido el refrán vale más prevenir que curar, porque la verdad es que un buen mantenimiento del vehículo es clave para alargar la vida útil del embrague y caja de cambios.
Para evitar las averías en estos dos elementos, te damos algunos consejos útiles:
- Utiliza el pedal del embrague pisándolo hasta el fondo, pero siempre con suavidad, para cada cambio de marcha. Esto ayudará a que la conexión con el volante motor sea mejor y haya menos desgaste del disco de embrague.
- Al detener el coche en un semáforo o un stop, no mantengas el pie en el pedal del embrague, si quieres alargar su vida útil.
- Es importante mantener en buen estado las fundas de los pedales. Son económicas y fáciles de sustituir, por tanto, cámbialas cuando sea necesario y evitarás inoportunos deslizamientos de los pedales que pueden provocar accidentes.
- Revisa el pedal del embrague cada 20.000km aproximadamente o cada cuando le toque realizar el cambio de aceite. De esta forma te aseguras de que el muelle funciona correctamente.
- Del mismo modo, es importante que el nivel de lubricante de la caja de cambios sea el idóneo y que también se cambie cada cuando sea necesario. Así que no olvides recordarle a tu mecánico de confianza que le eche un vistazo cuando lleves el coche al taller.
- Comprueba que los elementos que intervienen en la suspensión del vehículo funcionan como es debido, ya que, de lo contrario, podrías tener problemas con la transmisión, debido a que se son los que se encargan de transmitir el movimiento del motor a las ruedas.
Si a pesar de todos estos cuidados oyes un molesto y excesivo ruido en la caja de cambios o notas dificultad a la hora de introducir una marcha, no dudes en acudir con tu vehículo al taller.